SÉ PACIENTE CON EL CONOCIMIENTO para que puedas seguirlo. El Conocimiento está mucho más quieto que tú. Es mucho más poderoso que tú. Está mucho más seguro que tú, y todas sus acciones son profundas y significativas. Hay solo un contraste entre tú y el Conocimiento porque tú vives en el yo que has hecho para ti mismo, y has perdido temporalmente tu contacto con el Conocimiento. Pero el Conocimiento mora contigo, porque nunca puedes dejarle. Siempre estará ahí para redimirte, para salvarte y para reclamarte, pues él es tu Verdadero Ser. No dejes que tus creencias y suposiciones se disfracen del Conocimiento. Permite que tu mente se vuelva cada vez más quieta y calmada a medida que realizas las actividades del día.
REPITE LA IDEA A CADA HORA y en tus dos prácticas de meditación profunda, permítete entrar en la quietud y la certeza que el Conocimiento posee para ti. De este modo, tu mente resonará con la Mente del universo y comenzarás a reclamar tus antiguas capacidades y memorias. Aquí la idea de la Familia Espiritual comenzará a tener sentido para ti, y comprenderás que has venido al mundo a servir.
PRÁCTICA 116: Dos sesiones de práctica de 30 minutos. Práctica horaria.