ESTÁS EN EL MUNDO PARA TRABAJAR. Trabajar es lo que quieres hacer. Trabajar es la razón por la que has venido. Pero, ¿cuál es este trabajo del que nosotros hablamos? ¿Es tu empleo actual, que resistes y con el que tienes dificultades? ¿Son las muchas tareas que piensas que te pertenecen y que te asignas a ti mismo? Tu verdadero trabajo puede expresarse en cualquiera de estas actividades, pero es realmente mayor. Llevar a cabo cada paso de tu verdadero trabajo será tu felicidad y tu satisfacción. Tu verdadero trabajo en el mundo es descubrir el Conocimiento y permitir que se exprese a través de ti. Tu verdadero trabajo en el mundo es responder a tu llamada específica, la cual te involucra con ciertas personas de ciertas maneras para que puedas cumplir tu destino individual en el mundo.
ÉSTE ES TU TRABAJO. No pienses en este momento que puedes comprender lo que es este trabajo, y no intentes dar una definición más allá de la que te hemos dado. Está bien no saber plenamente lo que esto significa. Está bien aprehender el misterio de tu vida, sin tratar de hacerlo concreto.
ESTÁS EN EL MUNDO PARA TRABAJAR. Por tanto, aplícate para que tu aplicación pueda revelarte la fuente de tu propósito, tu significado y tu dirección. Es mediante tu trabajo y tu actividad significativa como experimentarás tu valor —el valor de tu vida individual y la seguridad de tu verdadero destino—. Tu verdadero trabajo te garantiza todas las cosas de valor y te proporcionará escape de todo lo que te oculta y te hace indefenso y miserable.
RECUÉRDATE LA IDEA DE HOY a cada hora. En tus dos prácticas más profundas, involucra activamente tu mente una vez más teniendo en cuenta la idea de hoy. Considera cómo ves el trabajo en sí y todas tus asociaciones con el trabajo. Revisa cómo has respondido al trabajo en el pasado —tu deseo de trabajar, tu ambivalencia sobre el trabajo y tu resistencia al trabajo—. Reconoce cómo todo deseo de escapar del trabajo ha sido realmente un deseo de descubrir el Conocimiento. Comprende que el Conocimiento te comprometerá con el trabajo con un nuevo propósito, un nuevo significado y una nueva dirección. Examina tus pensamientos. Debes entender tus pensamientos, porque ellos siguen siendo muy eficaces influyendo tu percepción y tu comprensión. Cuando puedas ser objetivo con tu propia mente, podrás permitir que Conocimiento brille en ella, y podrás utilizar su poder de decisión para prepararte y trabajar con el contenido de tu mente. Esto es efectivo dentro de tu rango de participación, pues no es cosa tuya determinar el propósito, el significado o el sentido del Conocimiento, sino volverte el recipiente del Conocimiento, experimentarlo y permitir que se exprese a través de ti.
POR TANTO, EN TUS DOS PERIODOS DE PRÁCTICA MÁS LARGOS involucra activamente tu mente. Concéntrate en esta única idea. Reconoce todos los pensamientos y sentimientos que se asocian con ella. En la última parte de cada periodo largo de práctica, permite que todos los pensamientos se vayan. Vuelve a introducirte en la quietud y la receptividad para poder llegar a saber. El Conocimiento no requiere tu pensamiento cuando estás experimentando al Conocimiento mismo, pues todo pensamiento es reemplazado por el Conocimiento. Sin embargo, el Conocimiento dirige todo tu pensamiento para servir a un propósito mayor.
PRÁCTICA 346: Dos periodos de práctica de 40 minutos. Práctica horaria.